El barquito bajo el farol. ®.
El autor imaginó un barquito de papel sobre un charquito para así distraer la mirada de alguien, sólo esto. Sin embargo aquel barquito quería, soñaba navegar. Al poseer la misma imaginación que su creador soñaba con surcar grandes mares y descubrir hermosas y heroicas aventuras y ni por un momento supuso que sólo era un simple barquito de papel que quería navegar por un charquito de agua.
En lo más alto de su vela de papel llevaba un farol en miniatura reproducción exacta del farol que iluminaba el escritorio del poeta soñador que le dejó levar anclas y claro él autor pensó qué el barquito necesitaría un buen farol para iluminar la oscuridad de las aguas en la noche…
Lo primero que haría el barquito sería reclutar una tripulación; ya te digo, su creador nunca supuso que aquel barquito, tuviese otra cosa que hacer que surcar el charquito de ilusión, así es que el barquito de papel seguía sin saber qué no sabía qué nunca podría navegar.
Sin embargo había otras cosas bonitas en aquel charquito. Florecillas voladoras. Alguna cáscara de cacahuete que hacía de falúa. El Sol se reflejaba en el agua, también seres diminutos chispeantes que saltaban a estribor y babor y unos monstruos verdes con ojos huevones de sapo que siempre estaban estáticos y emitían unos extraños ruidos mientras con su lengua cogían in fraganti a algunos de esos seres diminutos volantines y se los tragaban. Unos gigantescos mosquitos también solían posarse sobre el barquito, alguna vez el barquito estuvo a punto de zozobrar cuando alguno de los monstruos verdes intentó alcanzar a uno de estos mosquitos con su lengua extra larga. ¿Qué Océano será este? Sin duda está lleno de aventuras. Se dijo el barquito, qué no sabía, qué nunca en la vida podría navegar…
De repente oyó cuantiosos pasos y murmullos de marinería. Um, se dijo. Mi sueño se hará realidad. Es la tripulación que pedí. Y todo su casco se tornó feliz recibiendo aquellos preciosos rayos de sol con formas humanas; en la bahía cristalina de sus sueños…
Finalmente, antes de que anocheciera sobre el charquito un niño vio el barquito de papel, lo cogió evitando así que se hundiera y como estaba seco lo desarmó, ahora sólo era un folio en blanco; dónde años más tarde el mismo muchacho que lo sacó del charquito escribiría: El barquito bajo el farol.
FIN
Autor relato: Jorge Ofitas.
Spain. 2015. ®. Europe. 2024. ®.
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