La Casa de las Verdades. ®.

 

La Casa de las Verdades. ®.

Novela de época
Autor: Jorge Ofitas.

Género: Intriga. Suspense. 




Rosendo Cáñamo llevaba siempre las riendas de uno de los  excelsos carruajes de Doña Indulgencia de las Verdades. En realidad el cochero maquinaba secretamente como quedarse con toda la fortuna de La Casa de la Verdad. Sin embargo, Doña Indulgencia que socialmente era conocida cómo Marquesa de Santo Monte; no sospechaba ni un ápice lo que su apreciado chófer pensaba y siempre le daba todo tipo de atribuciones... 

Cáñamo no estaba sólo en su plan, había un compinche oculto en alguna parte, por supuesto no era  el fiel mayordomo Teofrasto Viandas; que tampoco sospechaba nada del encargado de los carruajes y las caballerizas. Muy al contrario, le apreciaba sobremanera y, solía de cuando en vez beber con él los días de descanso, acompañado de la ama de llaves Doña Cleopatra Bisagra.  

Rosendo Cáñamo era un hombre de baja estatura, muy peludo de gesto duro y contrito a la vez. En casa de la Marquesa el servicio muy a menudo siempre estaba hablando de Dios de una manera competitiva; a ver cual de ellos se sabía más pasajes de la biblia. El servicial Teofrasto era agnóstico y no intervenía en las trifulcas de la cocina sobre Dios, tampoco reprimía a nadie y les dejaba trabajar a su manera siempre que todo marcharse excelente en las lindes del excelso palacio. 

Un carruaje dos plazas de un sólo caballo estacionó en la entrada justo antes de que la noche cerrada enseñara sus fauces o sus estrellas. Era el jefe de seguridad de la noble casa de las Verdades. La Marquesa de Santo Monte lo vio desde la ventana de su sexto piso, donde anidaba y calculaba todos sus nuevos amores desde que falleció el Barón de Monte Sacro a la edad de 93 años, de muerte natural por supuesto. 

Don Claudio Severo siempre fue de hombre de pocas palabras y lo ganaba muy bien, no era para menos, debía proteger a la noble familia aristocrática y tenía diez empleados incluido su lugar teniente parecido al Watson de las épicas novelas de Sherlock Holmes. 

Teofrasto el mayordomo se encontraba de día libre así que a esas horas de la noche la casa estaba desierta y le abrió el portalón Rosendo Cáñamo que vivía en una pequeña casita junto a las caballerizas y el salón de carruajes. 

- Don Rosendo. 
- Don Claudio. 
- La señora Marquesa me está esperando. 
- Lo sé. Por favor entre y acomódese en la biblioteca, la avisaré. 
- Muchas gracias. 
- ¿Le pongo lo de siempre?
- Sí, coñac Francés. Merci. 

(Continuará) 

Autor de la obra: Jorge Ofitas. ®. 
Autor ilustración: Jorge Ofitas. ®. 
Spain. 2024. ®. Europe. 2024. ®. 

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