Navegación Multiverso. ®. (No ficción)


Navegación Multiverso. ®.
Experiencia paranormal. -No ficción –
Autor: Jorge Ofitas. ®.


Hace ya más de dos décadas tuve una experiencia paranormal bastante profunda. Un viejo amigo y este humilde escribano pasábamos unos días de verano en la parte Mediterránea del litoral andaluz. Por aquel entonces a veces solíamos salir a pescar juntos, mi amigo, poseía una pequeña embarcación de recreo de 7 metros de eslora diseñada para estas lindes. Salimos muy temprano para qué nos cogiese el amanecer en alta mar, pues a estas horas la pesca suele ser más fructífera al igual que al atardecer, los peces si la marea y otros factores acompañaban comen con la salida y la puesta de sol. Sin excluir la belleza de estos paisajes marinos a esas horas.

Sin perder las luces de la costa de vista habíamos navegado dirección sur unas veinte millas marinas, algo más de una hora de navegación a una velocidad de veinte nudos la hora. La mar era plácida cuando de repente una intensa bruma envolvió por completo nuestra pequeña embarcación. Quedamos algo sobrecogidos por el hecho de que no habíamos divisado desde el puesto de mando ninguno indicio de niebla. Lo bueno es que apenas duró un par de minutos aquella neblina totalmente inesperada pero cuando salimos de ella la mar no parecía la misma y la costa había desaparecido por completo de nuestra vista, para más inri, se había hecho de día. El motor del barco y todos los artilugios habían cesado, “tocamos madera” y lo arrancamos a la primera…

Comprobamos todo el barco y no encontramos nada anormal ni en el motor, ni en el casco y todo parecía en orden. Exceptuando las luces y los aparatos de navegación que habían cesado por completo cómo con el motor todo volvió a funcionar así qué, respiramos aliviados pero muertos de miedo aunque intentásemos guardar la compostura.

Por aquellos días ya conocía muchas historias que había leído sobre las desapariciones de barcos en las famosas islas Bermudas u otros lugares, también aviones de pasajeros que desaparecían y no volvían aparecer o de personas, coches o animales pues siempre me fascinó la parapsicología y tenía muchos libros de fenómenos paranormales aparte de mis dones personales y mi propia sensibilidad para captar ciertos tipo de prodigios misteriosos de la naturaleza y casi inescrutables para la mayoría de seres humanos.

Mi amigo sabía de mis conocimientos pero pasaba de ellos no los creía y me miró descompuesto por el incidente así que cogí el timón y paré el motor fondeando el barco. ¿Qué habría ocurrido? Me pregunté él tuvo que sentarse y echar un trago aunque pronto se rehízo. ¿Dónde estaríamos?...

Fue cuando encendí la radio para comunicarme con otros barcos y con tierra y pregunté si había alguna embarcación por la zona pero no contestó absolutamente nadie, bastante extraño pues siempre si no te alejas mucho casi siempre hay otras embarcaciones de poco calado surcando las proximidades de la costa u otros pescadores que te contestan de inmediato. Lancé un mensaje a tierra y tampoco contestó nadie. Temí lo peor. Temí estar al otro lado del planeta e incluso en otro mundo, fue cuando encendí el GPS para determinar nuestra posición exacta si es que era posible…

Lo cierto es que estábamos vivos y el barco en perfecta condiciones, por fortuna, solamente habíamos sido desplazados unas cien millas marinas muy cerca de las costas de Marruecos, así que pusimos el motor en marcha y emprendimos rumbo a nuestro punto de partida, mi amigo muy previsor siempre llevaba garrafas de gasolina de reserva así es que teníamos combustible suficiente para regresar. Tardamos unas tres horas en divisar la costa de Andalucía y solo entonces nos sentimos aliviados y abrimos unas cervezas sin ganas ya para pescar.

Y ahora viene la parte misteriosa y sorprendente. Había otro descuadre en nuestros cálculos. Desaparecimos sobre las cuatro y media de la mañana y dos minutos después habían transcurridos doce horas exactas. A unos treinta nudos de velocidad cien millas son unas tres horas. En cualquier caso: ¿Dónde habíamos estado las doce horas qué transcurrieron durante nuestra desaparición, si dos minutos antes eran la cuatro treinta de la mañana? Un verdadero misterio sobre el que ahora teorizaremos un poco.

A lo largo y ancho de mi vida he tenido experiencias paranormales de diferente índole y os puedo asegurar que esta fue la que más me desconcertó. Pues, si algún OVNI nos había abducido en que momento lo hizo y cómo no habíamos perdido la conciencia. ¿Dónde estuvimos entonces aquellas doce horas? No podía ser, esta “laguna” era impresionante pero hay teorías.

Una de ellas es que fuimos tragados por un micro agujero negro donde al cruzarlo todo se distorsiona y aún encuentro alguna más y no es otra que la del multiverso es decir los mundos paralelos. Nunca los sabremos. Para mí las dos últimas son las más probables. Es decir, estábamos en el mismo mundo y a su vez en otro diferente. “Quién tenga oídos oiga” Dijo el profeta.

No voy a extenderme mucho más sobre las causas que nos hicieron desaparecer durante doce horas en solo dos minutos la ciencia tampoco puede hacerlo aunque la metafísica sí. Claro qué todo esto es muy complicado de explicar para un público escéptico y descreído al que no interesan los fenómenos paranormales, ni sus causas y efectos. Lo cierto es que cuando desembarcamos quince horas más tarde observé mi entorno, con lo que sabía sobre estos fenómenos, sumados a otras experiencias personales era muy posible que algunas cosas hubieran cambiado, parecía todo en orden. Sin embargo días más tarde mi amigo me llamó al móvil para contarme ciertos detalles que lo tenían desconcertado y que algunas personas de su círculo íntimo lo tomaban por loco, por supuesto ya le había advertido de que no contase absolutamente nada de su experiencia en el barco, él me dijo que no lo hizo solo que había cosas y situaciones que ya no existían o habían cambiado. Fui hablarle aquella misma mañana. Se sentía muy asustado aunque tomamos unos tragos y al final pude hacerle entrar en razón sobre lo que había sucedido, nunca más salió a pescar y vendió el barco, después se cambió de ciudad hasta que finalmente le perdí el rastro y no supe más de él.

No he revelado datos concretos sobre estos hechos como por ejemplo el nombre del puerto del que salimos o el de la zona donde reaparecimos, por respeto a las personas y los lugares pero sobre todo para protegernos a nosotros mismos. 


FIN



Autor relato: Jorge Ofitas.
Europa. 2017. ®. Europe. 2025. ®.

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