La Princesita y la golondrina de mar. ®.
Ámbar. 1º.
Ocurrió una vez en una época muy lejana, existió una princesita que no quería ser Princesa. Su padre un poderoso Rey de la antigüedad, siempre tuvo mucha paciencia con ella confiaba que el tiempo la haría entrar en razón, aunque no fue así.
El motivo de aquella infantil renuncia no era otro que no la dejara visitar el bosque que lindaba con el gran palacio; construido en el promontorio de una colina. La historia de ese bosque estaba llena de leyendas y según decían habitaban allí árboles gigantes con miles de años de antigüedad según contaban murmuraban los habitantes de aquel reino, hablaban entre ellos y cantaban melodías hechizantes una noche cada mes cuando la luna alcanzaba el plenilunio aunque este sólo era uno de los miles de rumores que pululaban entre el pópulo sobre el bosque profundo.
La razón que esgrimían sus altezas para aquella negación a la princesita estaba infundida según su alteza real en terribles sucesos que habían acontecido a todos los que intentaron adentrarse en aquella frondosidad pues nunca habían vuelto ninguno de los que se atrevieron a explorarlo. ¡Ni mis mejores guerreros se atreven a cruzarlo! Vociferaba el Rey a la Reina en la soledad de sus aposentos cuando en realidad al mismo monarca le entraban ganas de adentrarse por aquella majestuosa floresta misteriosa y a la vez preciosa…
A sus altezas le parecía increíble y admirable que su hija no tuviese temor incluso después de haber oído y leído las historias que se relataban sobre el gran bosque de maldito.
En determinadas ocasiones cuando se encontraba sólo, el Rey se entristecía por no poder complacer a su hija habiendo sido el hombre más poderoso de aquellas ricas tierras; empobrecidas ahora tras largos siglos de lucha por tener bloqueada la salida al gran mar que se encontraba al otro lado del enigmático, sombrío y nebuloso bosque.
Toda la corte y los ciudadanos del reino estaban de acuerdo en que sin ningún tipo de duda aquel bosque era maldito y esperaban que los monjes místicos decidieran el día y la hora para incendiarlo con la bendición de sus Dioses para así expulsar de una vez a los demonios y seres malignos que según los sacerdotes más aventajados habitaban ocultos a sus anchas por la floresta infernal.
La proximidad del bosque con el castillo hacía casi imposible que la bella princesita pudiese olvidar el intenso deseo por adentrarse entre aquellos majestuosos árboles brumosos y descubrir la verdad de lo que ocurría realmente.
Las noches de plenilunio ella siempre pasaba la madrugada en el balcón de su aposento subida en una silla o desde los inmensos ventanales palaciegos intentando ver el arbolado oculto entre la misteriosa bruma de color rosa; que no dejaba ver más allá de los primeros arbustos y algún que otro conejo huyendo de algo entre la maleza.
Cuando llegó a oídos del Rey que la princesita pasaba noches enteras sin dormir observando el bosque (pues de día la tenían vigilada) decidió enviarla a un reino amigo para que olvidase su deseo incomprensible para toda la corte pues el pueblo no sabía nada de este secreto real.
Los Reyes hablaron con su hija y le comunicaron lo que habían decidido. Muy apenada la princesita huyó a sus aposentos pues por nada del mundo deseaba abandonar palacio y menos para viajar con su séquito e institutriz a un reino extraño para ella. Así que durante un tiempo no se dejaba ver por el trono por miedo a que la enviasen fuera, hasta que finalmente llegó el día. Un séquito con soldados llevarían a la princesa hasta el Reino Púrpura, amigo del Reino Amatista al que pertenecía la princesa. Sin embargo ella tenía otros planes.
Cuando el séquito llegó a su destino comprobaron que la princesita no se encontraba en el habitáculo de su lujosa carroza blindada. Rápidamente fue enviada una paloma mensajera desde el Reino Púrpura...
Ámbar.2º.
Cuando el monarca del Reino Amatista recibió la misiva entró en cólera. Dio órdenes para formar un potente destacamento militar para buscar a su hija. La Reina quedaría a cargo del reino mientras regresaba su esposo. Muchos temiendo lo peor comenzaron sollozar escondidos en los rincones palaciegos.
En esos momentos la princesa se encontraba a punto de cruzar la línea que separaba el bosque maldito del reino amatista. Sonrió, dio un paso atravesó la bruma y de repente se vio arrastrada por un torrente de arcilla que la llevaba cuesta abajo, pronto se encontró con todos sus miembros arcillados tras recorrer varios kilómetros de aquel sendero de barro. De repente oyó como el trino de una golondrina y después una tenue y amorosa voz:
- ¿En qué puedo ayudarte? ¿Tú no eres de por aquí? Exclamó una golondrina azulada de tamaño gigante.
- ¿Quién me habla? No puedo ver nada... ¿Quién eres? ¿Pareces apacible?
- Es por el barro. No te asustes...
- ¿Qué es ese ruido?... - Dijo la princesita -
- Es el cauce brillante de gemas preciosas que vuelve... Je, je, je.
De repente un cauce de agua brillante se le echó encima a la princesita y se la llevó hacia la profundidad del bosque mágico.
Pasado un breve lapsus de tiempo, el cauce cesó y comprobó que se encontraba limpia y seca. No salía de su asombre cuando al levantar su vista vio que todo el suelo del bosque brillaba debido a las gemas preciosas que aquellas aguas mágicas habían dejado allí o quizás no, pensó... En ese instante volvió a oir la voz secreta que hubo escuchado al principio.
- Me presentaré. Me llamo Yom. Soy una golondrina de mar que surca estas lindes y perteneciente al Reino de Belita, invisible para los humanos, pero esto no debería decírtelo yo. Ven sube, te llevaré al palacio mágico de colores, allí la Emperatriz de Belita comproborá si puedes pasar al Reino o ser devuelta de inmediato... propósito, su padre está preparando un ejército para entrar al bosque a encontrarla, pero no será a este bosque el que encuentre...
La princesita se sintió preocupada y triste y preguntó a Yom:
- ¿Qué ocurre en ese otro bosque?
- Todo lo contrario de lo que ocurre en este...
- ¿No es mágico?
- No es mágico es terrible, eso es debido a que vuestro padre representa la muerte con esos soldados y sus armas y no se le abrirá la puerta del bosque mágico...
- ¡He de irme mi padre está en peligro!
- Ahora no podrás salir todas las salidas están bloqueadas hasta que La reina Manfiria te vea...
- Entonces. ¡Volemos deprisa hacia allí!
- Será un honor y un placer. Dijo la golondrina azulada de mar a la princesa, algo más calmada y muy triste por el destino de su padre e incluso de todo el reino Amatista, se sentía culpable, debía ver a la Emperatriz de Belita.
Cuando Yom se elevó sobre los milenarios árboles de Belita, la princesita pudo ver el mar, desconocido para los habitantes del reino Amatista. Pudo contemplar los pueblos marineros de Albatros, Gaviotas, y otras aves pescadoras, aunque allí nadie se comía a nadie, si no se cumplía la maldición. Vio extensos lagos calmos brillantes poblados de Cisnes y todos miraban hacia el cielo emitiendo un saludo a Yom qué trinó varias veces...
- Aquí todos estáis conectados...
- En tu Reino también, sólo qué, será mejor no hablar de eso... Dudáis de vuestra propia existencia...
- No, Yom, me encantaría saber tu punto de vista...
- Manfiria te lo contará todo...
Ámbar.3.
El Rey paró su ejército antes de adentrarse en el bosque maldito o misterioso. Bajó del caballo y se acercó al linde. De repente algo o alguien lo abdujo y desapareció. El comandante en jefe calmó a las tropas, esperemos unos minutos, dijo...
El malvado y temido Algebrón, gigante cómo los tenebrosos árboles del bosque maldito, miró con simpatía fingida al Rey Amatista proponiéndole un trato. Si le ayudaba a destruir el bosque mágico le devolvería a su hija sana y salva.
- ¡Cómo sabré si cumplirás tu promesa!
- No te queda otra opción qué creerme... Jo, jo, jo.
- Qué quieres qué haga.
- Sal y entra con tú ejército, luego verás....
El Rey fue aclamado por todo su ejército al salir sano y salvo de la espesura del bosque maldito...
Todas las tropas del Reino Púrpura se pusieron en camino hacia las tierras de sus vecinos del Reino Amatista, según una misiva urgente del propio rey aliado, claro qué el Rey púrpura ignoraba que sus amigos del norte se encontraban embrujados por las brujas del reino de Algebrón y la misión de su ejército era raptar a la Reina y asaltar el castillo Amatista una vez fuese derrotado su Rey con su ejército ya en manos de Algebrón.
Ámbar. 4.
Yom llevó a Almoraima a la antesala principal del castillo mágico. Manfiria bajó majestuosa mientras desplegaba sus alas de hada musa observaba desde las alturas a la princesa sin que ésta se percatase, aunque ya las profecías y los oráculos informaron a la Emperatriz de que el ser llegado al reino era noble de mirada limpia. Pronto estuvo junto a ella.
- Hola Almoraima, qué tal estás?
La princesa hizo una reverencia a la Emperatriz y se erigió.
- Mi padre está en manos del Rey del bosque maldito.
- Tengo noticias para ti, querida Almoraima. Sí, es verdad, tú padre está preso con todo su ejército en las mazmorras profundas y cavernícolas de Algebrón.
- Morirá Emperatriz?
- Se los comerán todos asados en el mejor de los casos. Debemos actuar. Y hay más, el Rey púrpura avanza hacia tú castillo, se ha aliado con Algebrón, la reina corre peligro.
- Y qué podemos hacer? Dijo esto mientras sonrió y acarició a Yom que le devolvió una sonrisa...
- Yom, vete a ver a los magos arquetípicos tienen algo para ti y para la princesa, iréis juntos, las órdenes las recibirás por el mismo conducto....
Yom elevó el vuelo con la princesa Almoraima, dirección las cuevas glaciales invisible dónde vivían los magos poetas arquetípicos. La princesa dijo algo:
- Crees qué llegaremos a tiempo, Yom.
- Nosotros somos arquetípicos, relájate, disfruta de la vista...
Mientras tanto en el castillo Amatista la reina Ofelia V subía las escaleras con un puñal para asesinar a la reina Ingrid. En las puertas del castillo se encontraba apostado gran parte del ejército Púrpura pues Algebrón y Hachón había acordado repartirse el mar, los reinos mágicos y el reino amatista.
El rey ambarino I fue tratado con mesura pero todos sus hombres estaban presos o preparados para ser comidos o esclavizados.
- Libera a mis hombres y saldré del bosque. Llegaremos a un trato.
- No hay trato. Ya tengo un trato con tú aliado... Jo, jo, jo...
- Queréis convertirlo todo en materia astral pegajosa para hipnotizar las psiques y las conciencias aspirantes a arquetípicas, no lo conseguirás...
- Sé qué tu hija vendrá a rescatarte, eso si lo sé...
- No le hagas daño, te daré lo qué me pidas...
Lo tuyo ya es mío... Y tras esto le dio un porrazo y lo desmayó...
La Reina Ingrid vio subir a Ofelia con el puñal, entonces ocurrió algo prodigioso la hoja de un árbol se coló por una de las ventanas superiores e Ingrid se percató. La cogió y en ella estaba escrito como mágicamente:
"Abandona el castillo y cruza la puerta color índigo del jardín, junto a los azahares"
La nota mágica venía sin firmar pero a buen seguro habría sido obra de Manfiria, Emperatriz de Belita.
Ámbar. 5.
Yom entró con un vuelo suave dentro de las cavernas glaciales de los magos poetas hasta que finalmente tomó tierra.
- Es extraño, dijo la princesa, no tengo frío...
- Los Arquetípicos no sentimos frío, ni calor, ni hambre, ni miedo, ni nada vergonzoso...
En ese mismo instante Yom desapareció y toda la claridad del pasadizo cavernícola helado se esfumó. Fueron minutos de temor e incertidumbre para ella. ¿Dónde habría ido Yom?
De repente se hizo la luz y apareció un joven príncipe y se dirigió a Almoraima:
- Yom me ha dicho que cojas este saquito y lo lleves con cuidado.
- ¿Eres un mago poeta? Pareces un príncipe... - Y tras esto aquella persona fuese quién fuese, desapareció... Al instante reapareció Yom.
- Sube y ten cuidado con eso que llevas. Qué no se te caiga...
- ¿Dónde vamos?
- Ya lo sabrás. Mete con mucho cuidado la mano en esa bolsa y extrae una de las nueces...
- ¿Nueces? Um. Puedo comerme una?
- No se te ocurra. Esas nueces no son los que parecen.
La reina Ingrid consiguió llegar a la puerta índigo, alguien había dejado en el suelo unas cuantas nueces junto a una nota mágica, la nota decía;
"Estas nueces no son para comer. Son Luciérnagas mágicas de éter. Debes soltarlas en palacio y ellas harán el resto"
Espero verte pronto.
Manfiria Emperatriz.
Y tras esto la nota desapareció. Ingrid cogió las nueces del suelo cuando escucho unos pasos... Era Ofelia para matarla...
Yom y la princesita comenzaron su misión, su primer objetivo había sido dar las nueces a la reina Ingrid y ahora se dirigían al bosque maldito y aquí arriesgaban sus vidas, debían tirar las nueces en el grueso de la población del Reino de Algebrón....
Sin embargo todo resultaría peligroso y arriesgado. Dalia la Vieja se presentó en el palacio real de Belita, dispuesta a acabar con Manfiria y su bondad mágica. En el palacio Amatista Ofelia se situó cortándole el camino a la reina Ingrid.
- Veo qué te alimentas antes de morir... Ju, ju, ju.
- ¿Quieres una? Puedo invitarte, reina Ofelia...
- Sí, dame una de tus nueces, hoy no tomé nada...
En el preciso instante que Ofelia abrió su nuez cientos de luciérnagas parpadeantes y luminosas comenzaron a revolotear alrededor de la reina Púrpura que en pocos segundos cambió la rigidez de su rostro, su palidez y su maldad por una actitud amorosa y asombrada por el hechizo que había sufrido por parte de las brujas de Algebrón....
El rey Hachón situado en las puertas del castillo esperaba a su esposa que llevaba algunas nueces que abrió de inmediato. Una luz flechada por las luciérnagas de éter iluminó todo el reino purpura y amatista, así que Hachón y su ejército liberados ya del terrible hechizo, comprendieron que debían marchar a toda prisa hacia el bosque maldito para liberar a Ambarino I y a su hija; en paradero desconocido.
Ámbar.6.
La princesita y Yom daban vueltas en el aire sobre la zona del bosque maldito, pero Yom, no lograba recibir las órdenes telepáticas de la emperatriz Manfiria, enseguida comprendió que algo grave ocurría por lo que regresó a palacio intuyendo que la emperatriz tenía problemas...
La emperatriz no podía enviar el mensaje a Yom porque estaba siendo atacada sin mesura por Dalia consorte de Algebrón. Cuando ya todo parecía perdido apareció El Príncipe Dragón y se interpuso lo que permitió a Manfiria enviar su mensaje a Yom y Almoraima.
Finalmente, Yom y la princesita consiguieron soltar la nueces y toda la zona maldita se iluminó, también los otras comarcas. La bruma desapareció y los cuatro reinos quedaron iluminados. Toda la gente y los seres vivos del bosque maldito se volvieron mágicos y arquetípicos. Sin excepción. Algebrón regresó a su vida anterior de vigilante del bosque y servidor de Manfiria. Dalia la Vieja rejuveneció después de qué la luz de Éter la alcanzara y además regresó al palacio de Belita como musa alada al servicio de los magos poetas y pasó a llamarse Dalia la nueva.
A la mañana siguiente cuando la princesita despertó vio a sus padres arrodillados junto a su cama ambos con cara de ternura hacia su hija. Ella los abrazó y les preguntó qué ocurría...
- Tú madre y yo tuvimos esta noche una terrible pesadilla. Qué te lo cuente ella... Ingrid, por favor.
- Tú padre y yo hemos tenido una pesadilla conjunta. Después nos hemos reído y hemos venido a verte despertar...
- ¿Y qué pasó en esa pesadilla, madre?...
- Soñamos que te habías perdido en un bosque maldito.
- ¿Qué bosque maldito?...
- Estaba frente al palacio. Tú padre decidió enviarte al reino Púrpura y tú te escapaste y te perdiste, tú padre reunió al ejército y había una golondrina de mar azul que merodeaba por todas partes...
- ¿Te refieres a Yom? Madre.
- ¿Cómo has dicho hija? Infirió el Rey.
- Nada, me he quedado en blanco. Je, je. Sigue madre.
- Incluso apareció en la pesadilla la reina Ofelia que quería matarme y la emperatriz de Belita, Manfiria que me salvó...
- Ajá. Y qué más.
- Pues que al final vinimos a verte para comprobar que todo había sido una pesadilla... ¿Qué es ese ruido?
- Ahora, vuelvo, debo saludar a un amigo...
El amigo del que habló la princesita no podía ser otro qué Yom. Bajó corriendo las escaleras salió al exterior y oculto entre unos árboles Yom avisó a Almoraima que podía acercarse.
- ¿Qué ocurre Yom?
- Sólo he venido a decirte que a excepción de la emperatriz, el príncipe Dragón, tú yo, el resto de seres del reino mágico, ahora restablecido, no saben nada de lo ocurrido, para ellos en algunos casos solo fue un mal sueño y el resto ni se acuerdan.
- Me he dado cuenta, mis padres creen que fue una pesadilla...
- Gracias por todo princesa, tú eres la heroína de esta historia, hace mucho tiempo que los magos poetas predijeron tú llegada y gracias a eso, todo el reino mágico arquetípico de Belita ha vuelto a ser cómo siempre fue, un reino de paz, sabiduría y magia con mucho amor....Ahora he de irme, ya no puedo seguir siendo golondrina. De repente Yom se convirtió en una burbuja metafísica que implosionó, la princesita se quedó de una pieza, creyendo que volvería a aparecer, sin embargo se oía a un caballo acercarse trotando lento por el senderillo de ámbar.
- ¿Quién eres - Dijo la princesita al muchacho que montaba el jamelgo.
- Soy de la humilde aldea de Amatista. -
- ¿Qué se te ofrece muchacho?
Un luciérnaga de éter revoloteó de repente entre aquel joven y la princesita. Él bajó del caballo y exclamó:
- ¿Por qué lloras?
- Es por mi amigo Yom, ha desaparecido para siempre...
- Ah, ya. ¿Te refieres a una golondrina azulada del reino de Belita?
- ¿Lo conoces?
- ¡Claro! Es muy amiga mía... ¿Te gustaría volver a verla?
- Sí. Te concederé un deseo si es verdad lo que dices.
- Pues en ese caso monta a la grupa de mi jaco.
- Está bien.
La noble Almoraima hizo lo que aquel muchacho le indicó. De repente el caballo echó a volar cómo un mitológico y cuando sobrevolaban la región mágica, el animal precioso se convirtió repentinamente en Yom. El muchacho desapareció.
- ¡Hola Yom! ¿Por qué te fuiste?
- Querida Princesita, no puedo ser Yom y el príncipe Dragón a la vez....
- Ah, qué interesante, gracias por todo príncipe...
- ¿Dónde te gustaría qué te llevara hoy?, es un día muy especial.
La princesita acarició a su amigo y quizás su futuro amor...
- ¿Me llevas al mar? Desde que vine a este mundo siempre quise conocerlo...
- Te llevaré siempre conmigo dónde desees.
FIN
Personajes
Reino Amatista.
Ambarino I. Rey de Amatista.
Ingrid. II. Reina de Amatista.
Almoraima. I. Princesa de Amatista.
Reino púrpura.
Hachón 2. Rey de Púrpura.
Ofelia. V. Reina de Púrpura.
Bosque maldito.
Necromante jefe. Algebrón. V.
Bruja comandante: Dalia la vieja.
Bosque mágico.
Emperatriz Manfiria. Soberana del bosque luminoso y el mar.
Príncipe Dragón. Hijo de la emperatriz y el emperador que falleció.
Yom: Golondrina del mar mágico y ayudante de Manfiria.
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